El pasado viernes se dio un caso excepcional en el aeropuerto de Menorca. El vuelo de Ryanair que debía de viajar desde la isla balear hasta el aeropuerto de Barcelona El Prat tuvo que dejar en tierra a 180 pasajeros, debido a uno problema técnico que fue detectado por la tripulación. A tenor de los testimonios, varios de ellos eran familias con niños, que debían de haber tomado el vuelo con destino a la Ciudad Condal.
El avión de la compañía aérea Ryanair despegó a las 18.00 horas, como estaba previsto, pero una avería detectada durante el vuelo obligó a desviar la trayectoria y a realizar un aterrizaje imprevisto. Este fue realizado sin complicaciones, en la localidad de Maó, apenas 30 minutos después (18.30 horas). Según uno de los pasajeros, “olía a quemado” durante el vuelo.
Bien, una vez que volvieron a tomar tierra, los pasajeros afectados han denunciado que no recibieron información alguna sobre la situación del vuelo, que había sido interrumpido. Pasaron varias horas, donde tuvieron que estar a la espera, hasta que el personal del vuelo de Ryanair solo les realizó una entrega de un bono, de apenas cuatro euros de importe, para llevar a cabo la cena respectiva. Una cantidad ínfima y más en un aeropuerto, donde los precios son muy altos precisamente por el turismo que suele moverse en las terminales entre sus viajes respectivos.
El malestar por parte de los pasajeros crecía con el paso de las horas. Les habían indicado que permaneciesen en la terminal, con el fin de reanudar el vuelo cuando se solucionase la avería, pero no era el caso. A altas horas de la noche, todavía no tenían certeza alguna de si el vuelo se iba a restablecer o si iban a ser reubicados en otros diferentes.
Finalmente, el vuelo fue cancelado. “Permanecimos casi secuestrados en el aeropuerto”, han explicado varios de los pasajeros afectados. Algunos de ellos compraron por su cuenta billetes de avión con otra aerolínea, para así poder volar esa misma noche. Otros, sin embargo, optaron por esperar a ser reubicados en el vuelo, con destino a Barcelona, que ya Ryanair organizó para el sábado por la mañana.
La compañía aérea, por su parte, en su defensa sostiene que el vuelo regresó a Menorca por un problema técnico menor. Asimismo, después de la inspección de los ingenieros, se autorizó su vuelta al servicio para el sábado, a las 8.30 horas. Ryanair sostiene que los pasajeros fueron avisados por correo electrónico, o en su defecto por SMS, además de que se les proporcionaron vales para poder llevar a cabo aperitivos y alojamiento durante la noche.
¿Puedo reclamar a Ryanair la cancelación de mi vuelo por avería?
Ryanair es una aerolínea Low Cost. En el año 2017 hubo una de las mayores cancelaciones de vuelos, razón que esgrimió la compañía con el objetivo de mejorar su puntualidad y aumentar su capacidad operativa. En el año 2018 hubo también cancelaciones causadas por la huelga de los TCP. Sea el contexto que sea, Ryanair puede cubrirse las espaldas si te avisan de la cancelación con más de 14 días de anticipo. Si no te avisan con ese margen y no se tratan de casos de fuerza mayor, sí están obligados a pagarte la compensación económica que marca el reglamento Europeo.
En caso de cancelación del vuelo, con menos de 14 días (y por supuesto si se da a última hora o con un margen de escasos días) por parte de la compañía aérea Ryanair, se ha de efectuar un vuelo una indemnización al pasajero. La única excepción es debido a que la cancelación se deba a circunstancias extraordinarias que no podrían haberse evitado (casos de inestabilidad política, condiciones meteorológicas incompatibles con la realización del vuelo, riesgos para la seguridad, deficiencias inesperadas en la seguridad del vuelo, congestión aeroportuaria, gestión del tráfico aéreo y huelgas que afecten a las operaciones del transportista aéreo).
Si Ryanair avisa al pasajero de la cancelación del vuelo en un plazo de entre dos semanas y siete días de antelación respecto a la hora de salida prevista, así como si se le ofrece un transporte alternativo que le permita salir con no más de dos horas de antelación respecto a la salida original del vuelo, entonces no podrá pedir compensación con motivo de la cancelación. Asimismo, también debe de asegurar Ryanair que llegue a su destino final con menos de cuatro horas de retraso con respecto a la hora de llegada prevista en el vuelo inicialmente contratado.
Si se avisa al pasajero con menos de siete días de antelación a la hora de salida prevista y no se le ofrece otro vuelo, que le permita salir con no más de una hora de antelación con respecto a la hora de salida original de su vuelo, entonces el pasajero de Ryanair podrá reclamar en unas condiciones similares a las del retraso. El criterio será según su extensión para una mayor o menos cuantía: en vuelos de menos de 1.500 km serán 250 euros.
En los vuelos intracomunitarios de más de 1.500 km el importe ascenderá hasta los 400 euros
incluidos en los puntos anteriores, el importante subirá hasta los 600 euros. Las indemnizaciones se realizarán por transferencia bancaria.