La aerolínea portuguesa ha visto cómo se ha confirmado que desde el 25 y hasta el 31 de enero se celebrará una huelga entre sus tripulantes de cabina de TAP Portugal. Esta compleja situación se debe a que no se ha alcanzado un acuerdo entre la empresa y el sindicato en la búsqueda de un nuevo convenio que satisfaga a ambas partes.
Los tripulantes ya avisaron de que tenían previsto su plan de huelga para este primer mes del año 2023. Si bien en un principio no habían fijado fechas, se han confirmado que habrá paros en las actividades de la compañía del 25 al 31 de enero. La ausencia de acuerdo entre la
empresa y los sindicatos ha conllevado a esta situación, donde ambas partes buscarán un nuevo convenio.
Los tripulantes de cabina de la TAP han confirmado los paros en su actividad ante la falta de acuerdo entre la empresa y los sindicatos. El objetivo es conseguir un nuevo convenio que mejore las condiciones de los trabajadores de la compañía aérea lusa. Como parte de este acuerdo
también se solicita que se reduzcan los recortes en los salarios. Esta controvertida medida se está aplicando durante el proceso de reestructuración de la compañía, que ha tenido que solicitar ayuda financiera al Estado portugués.
El sindicato laboral ya secundó una huelga los pasados 8 y 9 de diciembre. Este primer paro ya supuso la cancelación de 360 vuelos. TAP tuvo que asumir un impacto financiero de unos 8 millones de euros, con 50.000 usuarios afectados. Sin embargo, la aerolínea portuguesa cuenta
con el plan de reestructuración acordado en Bruselas, a cambio de autorizar ayudas públicas que superan los 3.200 millones de euros.
TAP es propiedad del Estado luso, que cuenta con el 100% del capital. Se volvió completamente pública para rescatarla ante la pandemia del coronavirus, si bien está prevista su vuelta a la privatización. Por si fueran pocos los frentes abiertos, ha salido a la luz pública el pago de una indemnización de medio millón de euros a una administradora de TAP, que luego fue nombrada secretaria de Estado del Tesoro. Toda esta polémica ha salpicado no solo a Alexandra Reis, que dimitió, sino también a la renuncia del ministro de infraestructuras, Pedro Nuno Santos.
Los últimos meses de TAP han ido de un problema a otro. El pasado mes de octubre de 2022, la compañía aérea pública portuguesa renunció a su plan de renovar la flota corporativa de coches de sus directivos. El motivo fue la ola de críticas tras descubrirse que la empresa fomenta el uso de Uber entre sus directivos con una compensación económica. El SPAC (Sindicato de los Pilotos de la Aviación Civil) fue muy duro ante la situación de la aerolínea y esto ha distanciado a su vez todavía más las posturas.
¿Reclamar indemnización por huelga? Los derechos para reclamar indemnización en caso de huelga de una aerolínea varían dependiendo del país y la legislación aplicable, . En general, los pasajeros tienen derecho a una compensación económica si su vuelo ha sido cancelado o retrasado debido a una huelga de la tripulación o los empleados de la aerolínea. Esto suele incluir el costo del billete, los gastos adicionales incurridos como resultado de la cancelación o retraso, y cualquier pérdida financiera sufrida como resultado de la huelga. Sin embargo, es importante tener en cuenta que en algunos casos, las aerolíneas pueden estar exentas de responsabilidad si la huelga es declarada «de fuerza mayor» o si los pasajeros han sido previamente informados de la posibilidad de una huelga.